A mis 13 años, mi mamá me llevó a Profamilia y compró absolutamente todos los métodos de planificación disponibles en ese momento para que aprendiera sobre ellos, pero cuando me enseñaron (tanto en Profamilia, como mi mamá y en el colegio) sobre métodos naturales solamente mencionaron que era un NO absoluto para evitar embarazos. 14 años más tarde, me encontraba buscando desesperadamente una alternativa sin hormonas sintéticas, que no fuera insertada dentro de mi útero y las opciones eran, al parecer, nulas. 

Hasta que me encontré con el método sintotérmico en un foro de Reddit y mi vida cambió. Pero me estoy adelantando en la historia.

En el año 2017, estaba por primera vez en una relación en la que tenía la confianza suficiente para decidir no usar preservativo. Al mismo tiempo estaba atravesando una crisis de salud pues empecé a tener cólicos supremamente debilitantes y dolorosos, los médicos me recetaban píldoras anticonceptivas con el argumento de que mi cuerpo simplemente estaba cambiando y que debía aceptarlo, sin indagar más a fondo las posibles causas de mi dolor.

Para ese entonces, llevaba años trabajando con mujeres y personas menstruantes en temas relacionados con salud menstrual y conocí de cerca historias de dolor y experiencias desagradables de más de una mujer usando anticonceptivos hormonales. Tenía muy claro que debía encontrar la raíz de mi dolor sin apagar mis ciclos y dentro de lo posible, buscar otra solución para evitar embarazos, pero ¿cómo?

La opción que naturalmente seguía a los anticonceptivos hormonales era el DIU (o “T”) de cobre. Lastimosamente esta era la alternativa que mi mamá había escogido durante muchos años y que terminó en una dolorosa historia de un dispositivo encrustado en su útero que obligó la operación más dolorosa que haya visto atravesar a la mujer más fuerte que conozco. Es evidente que después de esta experiencia el DIU no fue una opción para mí.

Me parecía inconcebible que no existieran más opciones sin exponerme a una baja tasa de eficacia (método del ritmo) o a efectos terribles en mi salud. En mi desesperación un día de mediados de 2017 resulté en un foro de Reddit explorando alternativas y para mi fortuna un foro me iluminó con su sabiduría al recomendar el famoso libro “Taking charge of your fertility” de Toni Weschler. El libro que me adentró al mundo de la consciencia de la fertilidad.

Me devoré con hambre de conocimiento este libro que hoy en día se consigue en español como “Tu fertilidad”, sin embargo, la sola idea de aplicar lo que ahí aprendí me generaba un pánico absoluto ante mi negativa de cualquier posibilidad de embarazo.

Buscando, tuve la fortuna de encontrarme con una educadora en el Reino Unido que estaba realizando sus prácticas para convertirse en educadora y quien muy amorosamente escuchó mis temores y me acompañó en el proceso de empezar a usar el método sintotérmico.

Meses más tarde decidí formarme como educadora y encontré en la FEMM Foundation de Estados Unidos una escuela que me permitió traducir este conocimiento para las mujeres y personas menstruantes de habla hispana.

He usado el método desde octubre del 2017 con dos parejas diferentes y puedo decir en carne propia con total confianza que el método funciona y me ha aportado enormemente para entender mis ciclos, mis emociones y mi salud menstrual. Para mí no hay vuelta atrás después de este giro que dio mi vida y hablo sobre esto cada vez que puedo para que más personas entiendan que existe una alternativa eficaz, basada en evidencia y natural. Sé que suena demasiado bueno para ser cierto, ¡pero es mi verdad!

Si llegaste hasta aquí, gracias por interesarte por mi historia y por leerme. No dudes en compartirme tus preguntas o impresiones en los comentarios ¡Un abrazo grande!

WordPress Cookie Notice by Real Cookie Banner